Los 35 participantes de esta aventura 'larinesa' (nos conocimos en las colinas de la ciudad de Larino, en el sur de Italia) forman parte de una 'charla' que en realidad reúne a personas (¡253!) que en su juventud -han vivido una fuerte experiencia conjunta en el Movimiento de los Focolares con la intención de hacer ondear en alto la bandera de la unidad entre los pueblos y dedicar la vida a este noble ideal...
La recomposición en un grupo de muchas personas que ahora se encuentran esparcidas por los cuatro rincones de la tierra y que han recorrido caminos muy diferentes a los religiosos, es el resultado de un desafío que uno de ellos inició hace unos tres años, para primero conectarse consigo mismo y luego con aquellos amigos que habían compartido esa experiencia juvenil con él. Y para gran sorpresa y asombro de todos, el grupo creció mágicamente...
Lo que ha caracterizado la vitalidad de este grupo en los últimos años ha sido el deseo de estar presente - en la medida de lo posible según lo permitía la plataforma - a todo lo que estaba sucediendo mientras tanto en Italia y en el mundo, en particular la guerra entre Rusia. y Ucrania. Son varias las iniciativas emprendidas, incluso en tiempos de Covid, pero en estas líneas nos gustaría centrarnos sobre todo en cómo han sido estos días vividos "juntos" por algunos integrantes del chat.
Durante los días que vivimos en Larino espontáneamente quisimos guiarnos por una única regla, la de oro: "no hagas a los demás lo que no quisieras que te hicieran a ti" (que es suficiente y más... ) y el de acoger, a nosotros y entre nosotros, pero también a todos aquellos que han tocado o interceptado a este peculiar grupo de personas...
Incluso en situaciones de relajación, de aprendizaje cultural e histórico, de compartir comida y refrescos, han surgido espontáneamente ideas, pero incluso antes, pinturas de vida basadas en la sencillez, la esperanza, la belleza...
Sí, la belleza misma reinaba suprema, ahora vislumbrada en la suave y contagiosa sonrisa de Don Peppino (de cuyas experiencias de fuerte solidaridad social muchos ya eran conscientes, pero validadas y hechas "carne" por su presencia en esta asamblea), ahora capturada en el palabras apasionadas de los 'guías' que ilustraron las riquezas de una naturaleza exuberante o un pasado histórico glorioso de la ciudad de Larino,
En definitiva, más que unas vacaciones juntos, parecía un 'reencuentro' entre personas que tenían una capacidad del alma en común, a pesar de provenir de experiencias incluso dolorosas: matrimonios fallidos, separaciones, abandonos o de experiencias completamente diferentes a la religiosa, capaces de palpitar por la belleza de un "nosotros" que no requiere conocimientos personales particulares ni pertenencia o militancia de ningún tipo, sino la voluntad, luego demostrada por los hechos, de despojarnos de esas máscaras "sociales" que a veces uno se ve obligado a llevar y experimentar con.
Fue espontáneo al regresar a casa ponerse en contacto para saber si el viaje de los amigos había ido bien, como en familia. En definitiva, para decirlo de una manera más... poética: 'omnia vincit amor!'
Obviamente acordamos encontrarnos en la próxima 'reunión'.
Adrián Pischetola y Gennaro Lamagna