El sugerente título “¿Existe Dios?” reunió, los días 30 de septiembre y 1 de octubre de 2023, en Las Matas (Madrid), a una treintena de personas en el encuentro organizado por el Grupo de Diálogo entre personas de diferentes creencias del Movimiento de los Focolares.

El objetivo no era dar respuesta a la pregunta, sino ofrecer un espacio de diálogo para abordar el tema. Hubo tres intervenciones de personas que abordaron el tema desde diferentes perspectivas.

En el primero, Miguel Ángel Royo, basándose en la obra El alma del ateísmo. de André Conte-Sponville, presentó su visión desde el punto de vista del ateísmo, explicando las razones que llevaron al autor a no creer en la existencia de Dios, aunque esto no excluye una espiritualidad en el ser humano.

Por su parte, Jordi Illa, agnóstico declarado, tomó como referencia la obra de Francesc Torralba, La inteligencia espiritual, y explicó cómo la espiritualidad puede considerarse como el nivel más profundo y común a todas las personas, mientras que la religiosidad puede responder a la necesidad de sentir unido a algo trascendente, y la confesionalidad se refiere a aspectos como ritos, rituales, dogmas, etc.

Finalmente, Ita Pi partió de su experiencia de vida como cristiana. Su imagen de Dios se fue enriqueciendo a lo largo de su vida, nutriéndose de otras religiones y espiritualidades. Ahora siente no sólo que está buscando a Dios, sino que Dios la está buscando a ella.

En los tres casos todo estuvo bien documentado y tratado en profundidad, sin intención de convencer a nadie. Lo mismo se puede decir del tema elaborado por Lucas Cerviño, a quien un agradecimiento especial por su participación, ya que habló desde México la noche del sábado.

Dedicó su discurso a la Transconfesionalidad. Propuso un modelo de tres niveles: interioridad, espiritualidad y religiosidad, confesionalidad. El núcleo principal es la interioridad, que presupone la conciencia de estar atravesado por la inmensidad; el lugar donde emerge la individualidad y la libertad y donde nace la responsabilidad hacia los demás y todo lo demás. La espiritualidad, la religiosidad y la confesionalidad están ligadas a la interioridad, de lo contrario serían intimismo, consumismo; fetichismo, magia; ritualismo, moralismo.

Fueron muchos momentos de diálogo, para los que se propuso el decálogo que presenta Iñaki Guerrero en su libro Cómo ser libre.

El programa también incluyó diversas actividades como dinámicas de grupo, paseos, juegos, visionado de fotografías y poemas. Todos estos elementos fueron importantes, pero no debemos olvidar que una de las cosas más apreciadas fue la posibilidad de compartir estas experiencias en persona, con pequeños gestos cotidianos, con charlas más o menos profundas. En definitiva, una auténtica convivencia.